Infancia y yoga

Cuando comencé a pensar en ser profesora de Yoga para niños, sentí que la palabra Yoga y Niños no iban de la mano, es ahí cuando reflexionas sobre la niña que fuiste y lo que te hubiese gustado que te hubiesen enseñado, casi todos los deportes en los hemos estado o metemos a nuestros hijos tienen ese carácter competitivo, que a menudo producen satisfacción pero también alguna que otra frustración en el niño que esta en pleno desarrollo de su identidad, de su autoestima, muchas veces comparan a unos niños con otros y buscan obtener resultados, buscan ganar a toda costa..forzando el cuerpo, forzando a el niño y haciendo daño al cuerpo y a sus sentimientos. Por suerte esto no siempre es así, hay deportes que aportan y la actitud de llevarlos a cabo también es importante por parte de entrenadores y padres, transmitiendo siempre al niño su límite y su disfrute.

Quiero comenzar con este primer post con la idea de que Yoga para niños y diversión van de la mano, el Yoga busca la unión de tres aspectos: físico, mental y espiritual, en el caso de los niños, hay que llevarles a través de una práctica lúdica pero que deje unos posos de enseñanza de la práctica tradicional. Se sigue una secuencia de clase de Yoga: toma de conciencia, trabajo emocional, pranayama, asanas y relajación. Son sesiones creativas y mejoran múltiples facetas, también la educativa, que tanto nos preocupa a los Educadores y padres.

El Yoga en Familia es un espacio ideal para que los padres, madres, abuelos, tíos realicen una actividad juntos y a través del hacer lleguen al Ser. Dejen sus mentes llenas de juicios y simplemente jueguen y contacten con su cuerpo, con su respiración, con su niño interior, de esa forma seguramente al finalizar la sesión podremos mirar al niños con ojos nuevos y contactar con el niño que fuimos, no se ha ido, sigue ahí.

Lo que siento que tengo que transmitirles a los niños cuando practican Yoga es que en ellos esta su refugio interior, a través del blog, intentaremos “juntos” indagar en ese refugio y buscarlo intensamente, porque como sabemos tiene la llave de nuestra felicidad y de la paz interior.

¿Quieres ayudar a tus hijos a encontrarlo? Seguramente en ese recorrido como padre o madre que leas estas líneas o cualquier persona interesada en el tema, irás encontrando tu propio refugio.

Namaste,